El verdadero matrimonio a la italiana de Sofía Loren

Un libro desvela las interioridades y las miserias de la longeva unión de la diva italiana con el productor Carlo Ponti

Sofía Loren, la gran dama del cine italiano y uno de los rostros que mejor ha encarnado la belleza femenina en la gran pantalla, ha decidido, a sus 76 años, abrir la puerta de su hermética vida privada y dar a conocer la cara menos amable de su fructuosa unión -afectiva y profesional- con el productor de cine Carlo Ponti, fallecido en 2007 tras medio siglo de unión con la actriz.

Sophía Loren. Una Vida de novela (Ediciones B) es una biografía autorizada escrita por la periodista Silvana Giacobini que reúne fotos inéditas de la diva y repasa la vida del mito italiano. Arranca con su infancia en Nápoles marcada por las penurias y por un padre a la fuga, continúa con sus inicios como actriz y su enconada rivalidad con Gina Lollobrigida y se detiene en el esplendor de Hollywood y sus recurrentes encuentros cinematográficos con galanes rendidos a su poder de seducción. Y en casi todas esas etapas aparece la sombra, a veces protectora, a ratos punitiva, de Carlo Ponti, con quien estuvo casada 50 años.

La actriz siempre halló en Ponti la protección propia de un padre. Y no sólo por los 20 años de edad que los separaban, sino también porque Ponti fue quien realmente alumbró el mito Loren al colocarla en el centro de las grandes producciones italianas de la época como Dos mujeres (1960), dirigida magistralmente por Vittorio De Sica y que le valió un Oscar, el primero para una actriz de habla no inglesa. "Desde el primer día, De Sica se convirtió en mi escuela, mi maestro, mi mentor, mi todo".

Productor y actriz se conocieron en 1953, durante el concurso de belleza Miss Roma. El tenía 39 años y estaba casado; ella era una adolescente de 17. Un contraste muy fuerte para la Italia de la posguerra, atravesada por la conservadora y rancia moral católica. Su historia de amor levantó mucho revuelo y ambos tuvieron que hacerla proscrita durante varios años. El divorcio estaba desterrado en Italia, lo que hacía imposible un matrimonio entre los dos. "¡Estás condenada a ser una amante de por vida! Él nunca podrá casarse contigo, ¿no te das cuenta, Sofia?", le repetía machaconamente su madre Romilda Villani, en un intento de espantar una relación poco convencional entonces.

Cary Grant, Peter Sellers y Marcello Mastroianni
Apoyándose en testimonios de la propia actriz y de personas de su entorno más próximo, la autora recoge la lucha interna librada por Sofía durante toda su carrera para mantener a flote su matrimonio con Ponti, una unión que estuvo bajo la lupa de la opinión pública italiana hasta que contó con el beneplácito de la Iglesia. El libro revela que el afamado productor del neorrealismo empleó buena parte de sus energías en dinamitar los conatos amorosos de Loren con grandes estrellas de la época como Cary Grant, que introdujo a la actriz en las fiestas y el glamour del star system, el flemático e inmaduro Peter Sellers o Marcello Mastroianni. "Cary Grant era alto, gallardo y guapísimo. Era un hombre fascinante con una mirada cálida y tierna al mismo tiempo, que en el plató me hacía sentir protegida". Grant enseguida desplegó sus dotes de seductor para apearla de su unión con Ponti. El actor de origen inglés iba ya por su tercer matrimonio, pero eso no le suponía un obstáculo para jurarle amor eterno a la italiana y engatusarla con la doble promesa de un divorcio y un matrimonio relámpago. "Eres tan hermosa, Sofia, y tan fiel. ¿No comprendes que te arruinas la vida? En Hollywood te arrancarán la piel, serás siempre la puta de Ponti...".

Sellers quedó prendado del atractivo latino de Sophia durante el rodaje de La Millonaria (1960). "Estaba dejando a su mujer y necesitaba consuelo. Él me miraba con sus grandes ojos llorosos de perro apaleado y yo correspondía a su mirada con afecto. Y esto le bastaba para reconfortarlo", recuerda Sofía Loren. "La actriz no rechazó su cortejo, pero como una perfecta mosquita muerta, no cedió nunca a su acoso, y lo mantuvo siempre en ascuas", cuenta su biografía. También en esta ocasión Ponti tuvo que irrumpir en pleno rodaje para aplacar cualquier amago de romance. Y lo logró, en parte por el poco interés mostrado por Sofía. Como venganza, Peter Sellers escribió en su biografía que si Ponti hubiera muerto, sin duda Sofia se habría casado con él.

La historia con Mastroianni es la de una amistad. "He rodado con él tantas historias que puedo decir que he pasado veinte años de mi vida trabajando junto a él. Para mí él ha sido el más insustituible y maravilloso amigo de mi vida". Aun así, la prensa italiana agitó a menudo la presunta historia de amor entre los dos.

Falta de química con Brando
El libro también narra el desencuentro entre la actriz y otro de los grandes seductores de la época, Marlon Brando, con quien compartió protagonismo en La condesa de Hong Kong (1967), la última película dirigida por el genial Charles Chaplin. La cinta, un fracaso de público, destapó una profunda antipatía entre ambos actores. Brando no mostró interés alguno en la italiana, y viceversa. El estadounidense llegó a dormirse durante la lectura del guión.

A modo de anécdota, la biografía recoge dos momentos críticos de su vida, donde Loren tuvo la sensación de rozar la muerte. El primero de ellos, con tan solo seis meses de edad, cuando sufrió una gravísima intoxicación por comer lentejas, y otro mucho después, durante el rodaje de Arenas de muerte (1957) junto a John Wayne. La combustión de una estufa de gas en mal estado la dejó inconsciente y solo un rápido boca a boca la sacó del brete. "Nací vieja y ya en el seno de mi madre aprendí a afrontar las dificultades de la vida".

ElPais